Se nos hace extraño pensar que la tendencia gastronómica y de ocio vinculada al movimiento street food no haya llegado antes a España con un clima tan benigno como el que tenemos y un carácter tan abierto y social como el nuestro.
Y es que basta pensar en EEUU, cuna de los famosos food trucks y por extensión de la street food o comida callejera, donde el hándicap de los fríos inviernos no impide que la clientela acuda a descubrirlos. Incluso en Europa, ciudades como París o Londres sacan pecho de su apuesta por el street food a pesar de su clima húmedo y, a menudo, desapacible.
El origen del street food
Muchos tenemos en la mente las películas y series americanas en las que es común la aparición de pequeñas camionetas de alimentación callejera. Esto era así hasta 2013, año en que comienza a extenderse la moda de los food trucks en España y momento en el que descubrimos todo un tirón para sector de la gastronomía española.
¡Cómo no se nos había ocurrido antes! Este fenómeno de gastronomía al aire libre potencia lo mejor del carácter de los españoles. Nos encanta socializar mientras tapeamos y tomamos una cerveza con los amigos en una terraza. Esperamos siempre la llegada del buen tiempo para recuperar esta tradición tan nuestra de gozar de la vida en el exterior.
Y los puestos de comida callejera –ya sean food trucks, estands, tenderetes o restaurantes pop-up-, nos permiten hacerlo y descubrir, además, las apuestas de jóvenes (y no tanto) emprendedores de la gastronomía al aire libre. Las promesas gastronómicas alquilan espacios para poner a la venta diferentes propuestas cargadas de ilusión y de ganas de triunfar.
Es frecuente encontrar estos restaurantes efímeros en ferias y eventos gastronómicos o de índole cultural. Son los escenarios perfectos para darse a conocer y popularizarse. Y, en nuestro país, lo han conseguido en un tiempo récord. Tanto es así que nadie duda ya de que la moda hipster de la street food no es flor de un día ni una moda pasajera.
Exportada de los EEUU, esta moda nos ha permitido dar una oportunidad a emprendedores que, de otra manera, no habrían podido llegar hasta a nosotros por los elevados costes que implica la apertura de un negocio y el riesgo de dar en la diana del gusto de nuestro público: los siempre exigentes, pero agradecidos, foodies.
Tendencia made in USA
Como decíamos, todos hemos visto en algún momento esas escenas de película donde los protagonistas se pasean por una calle o plaza adornada con camiones de comida callejera o street food. Sin embargo, esta imagen tan trendy y moderna que tenemos en el imaginario, ha sufrido un profundo cambio. En otras palabras, un intenso lavado de cara ha puesto en el lugar que se merece a la comida callejera en EEUU.
En el país de las oportunidades, donde el tiempo siempre corre más deprisa el food truck era la solución más rápida para no interrumpir la actividad y comer algo sin perder ni un minuto ni saltarse una comida. Con estas premisas, la comida callejera no siempre gozaba de la mejor prensa hasta ahora…
… por fortuna, las ganas y la ilusión de los jóvenes emprendedores ha permitido sorprender con un concepto renovado de street food: propuestas gastronómicas basadas en la creatividad, los productos artesanos y nuevas experiencias han llamado la atención de un público ávida de probar cosas nuevas.
Y así es como la expansión del street food ha llegado también a nuestras ciudades y es cada vez más popular.
¿Qué tiene que tanto gusta?
En el país del tapeo es fácil responder a esta pregunta. Y es que la comida callejera o street food aúna todo lo que nos gusta: el mejor ambiente para acudir con la mejor compañía a saborear la reinvención de los productos tradicionales y de las nuevas apuestas.
Además, los restaurantes efímeros dan una oportunidad a los emprendedores que, de otro modo, no conseguirían hacerse un hueco en el tan difícil mundo del sector de la gastronomía. Por otro lado, animan ferias, fiestas, eventos y todo aquel lugar donde se instalan porque no solo se cuida el detalle exterior, el envoltorio. El producto que se ofrece suele ser de calidad: sorprende y deja buen sabor de boca a quienes lo prueban.
También en Madrid
Madrid atraviesa un momento dulce de reinvención social y cultural en la cual el movimiento de la street food tiene un protagonismo indiscutible.
En este contexto, el Mercado de Productores de Madrid se ha convertido en uno de los espacios más reconocidos de gastronomía callejera madrileña donde se dan cita mensualmente emprendedores gastronómicos y productores.
Con un evidente éxito de afluencia es una apuesta segura y un revulsivo para la creación de empleo, la economía y los planes de ocio de los madrileños, ansiosos siempre por descubrir y exportar nuevas ideas.
El recinto del antiguo Matadero de Madrid, transformado en hervidero de la vida cultural madrileña, es, habitualmente el punto de encuentro de los amantes y defensores de la comida callejera, erigida también (y es importante señalarlo) en sello de calidad y de productos naturales, frescos y de denominación de origen.
Estos valores dan lustre a las diferentes apuestas que a lo largo del año nos ofrecen los diferentes puestos visitados, como es el caso de Las Cremositas.
¡Te esperamos en nuestro próximo evento de gastronomía callejera!
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